23 marzo, 2011

LIZ TAYLOR






Los ojos de Hollywood
Su tempestuosa y patética vida sentimental nunca ha podido desfigurar la leyenda de uno de los más bellos rostros de la historia del cine.
Elizabeth Taylor

Sin duda Elizabeth Taylor regaló a los espectadores muchos personajes memorables, pero ninguno alcanzó la magnitud de Maggie, esa mujer felina, hipócrita y de encanto superlativo que revoloteaba alrededor de Paul Newman en la obra maestra de Richard Brooks llamada La gata sobre el tejado de Zinc (1958). Entonces la actriz tenía tan sólo 26 años, pero ya había alcanzado la cúspide de su belleza y una fama destinada a muy pocas estrellas de la historia.

Elizabeth Rosemond Taylor nació en Londres el 27 de febrero de 1932, pero muy pronto, al comienzo de la II Guerra Mundial, se trasladó con sus padres a Los Angeles. Hay una anécdota que define perfectamente el fuerte y ambicioso temperamento que Elizabeth mostraba ya desde su infancia: el 3 de abril del año 1939, con siete años de edad, quedó pasmada al contemplar la actuación de Shirley Temple en una película y fue entonces cuando tomó una determinación que marcaría su vida. Al salir de la sala de proyección se volvió hacia su madre y le dijo: "No quiero ser una estrella de cine. quiero ser actriz" (ni que decir tiene que el destino se encargaría de que lograra ambas cosas). Pues bien, dicho y hecho. A los 10 años la pequeña Liz entró en los estudios Universal y debutó en There's One Born Every Minute, pero la película fue un fracaso. Entonces la MGM la contrató para acompañar a la perra Lassie en La cadena invisible (1942) y aquello sí significó el despegue de la niña prodigio. Su precocidad fue alardeada a los cuatro vientos y los medios de comunicación la mimaron sin fisuras. Sus papeles de chiquilla adorable se repitieron durante esa década hasta sobresalir especialmente en Mujercitas (1949), la versión de Mervyn Leroy sobre la célebre novela de Louisa May Alcott.

Pero fue en la década de los 50 cuando Elizabeth Taylor forjó su fama: primero con su belleza; segundo con sus innumerables flirteos y rupturas amorosas (que ya se repitieron durante toda su vida); y por último con un buen puñado de películas de notable calidad. Respecto al primer punto, el celebre escritor Truman Capote escribió: "Sus piernas resultan demasiado cortas para su torso y la cabeza es excesivamente voluminosa para el conjunto. Pero su cara, con esos ojos de color lila, es el sueño de un presidiario, el rostro ansiado por cualquier secretaria: irreal e inalcanzable, y al mismo tiempo tímida, excesivamente vulnerable y muy humana, con un leve brillo de suspicacia resplandeciendo en el fondo de aquellos ojos color lila". Respecto al capítulo sentimental, hay que destacar su estrechísima relación de amor-odio con Richard Burton, con quien se casó dos veces. Un total de ocho matrimonios, siete divorcios y un periodo de viudez es el triste saldo de sus innumerables caprichos.
En cualquier caso, lo que Taylor hizo o no hizo con su vida privada nada tiene que ver con su maravillosa faceta frente a las cámaras. De los años 50 son sus películas Un lugar en el sol (1951), Gigante (1956), La gata sobre el tejado de Zinc (1958) y De repente, el último verano (1959), convertidas ya en clásicos del séptimo arte. En la década siguiente destaca esa obra monumental llamada Cleopatra (1963) y los dos Oscar que recibió por sus papeles en Una mujer marcada (1960) -bastante sorprendente si consideramos que también estaba nominada Shirley MacLaine por El apartamento- y en ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966), éste sí perfectamente merecido. Sin embargo, en los 70 el éxito que le había sonreído durante toda su vida comenzó a menguar y desde entonces ya sólo es noticia cuando se somete a una nueva operación -lleva más de una veintena en su vida y ha superado un tumor cerebral- o da fe de sus actividades solidarias. Pero, en fin, los nostálgicos siempre podrán recordar su esplendor gracias a sus películas y... a sus ojos, esos luceros de insoportable belleza que hace 50 años asombraron al mundo.
Pablo de Santiago
19/12/2002
decine21.com

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