19 marzo, 2011

LA LECHUGA


La lechuga es una hortaliza consumida a nivel mundial y cuyo cultivo se ha extendido de forma asombrosa. Se duda, no obstante, de su lugar de origen, puesto que algunos investigadores sitúan su punto de partida en la India mientras que otros expertos señalan la cuenca mediterránea, siendo ésta la opción con la que coincide la mayor parte de los estudiosos. Los persas apoyaron la extensión de la lechuga por la costa europea, llegando primero a las tierras griegas y, después, a la floreciente cultura romana hace aproximadamente 2.500 años. De las líneas de costa, su cultivo tomó relevancia en los países del interior.

Características



Se trata de una planta de carácter autógamo y cuyo cultivo es anual. La familia a la que pertenece es la Compositae y responde al nombre científico de Lactuca sativa.

Las partes más importantes de la lechuga son las hojas, dispuestas en roseta; éstas aparecen repartidas en racimos que van desde tonos amarillos hasta verdes; el tallo, ramificado y en forma de cilindro; la raíz, que no sobrepasa los 25 cm, y las semillas.

Aunque cada variedad tiene una época determinada de cultivo, la proliferación de invernaderos ha hecho que tengamos toda clases de lechugas durante todo el año.

Uno de los aspectos que se está fomentando, es la mejora genética en su cultivo. Los objetivos que se persiguen en la obtención de lechugas es el hecho de alcanzar ejemplares de mayor o menor tamaño.

Propiedades nutricionales



El aporte de calorías de esta hortaliza es muy bajo, mientras que en vitamina C es muy rica, sobre todo las hojas más externas. También resulta una fuente importante de vitamina K junto con otras como la A y la E. Además, está compuesta en un 94% de agua y aporta mucho potasio, calcio y fósforo.

Depura el organismo gracias a la función sobre el hígado y resulta eficaz en la prevención contra el cáncer por su contenido en betacaroteno. También es muy recomendado su consumo por diabéticos porque posee propiedades hipoglucemiantes. Su fibra la convierte en un alimento ideal para combatir el estreñimiento, mientras que palia el dolor con sus cualidades analgésicas.


Variedades/Tipos

Existen multitud de variedades de lechuga que se diferencian por la tonalidad de sus hojas y por su tamaño. El tipo de lechuga más consumida en España es la variedad Romana. Sus hojas son oblongas y largas y se disponen de tal forma sobre el tallo que no llegan a formar un cogollo. La variedad más pequeña de esta lechuga, de tamaño muy reducido, recibe el nombre de lechuga Baby.



También existen las lechugas acogolladas, denominadas así porque sus hojas se presentan muy apretadas. Dentro de éstas destaca la variedad Iceberg, similar a un repollo y que es aprovechable en su totalidad, así como los famosos cogollos de Tudela, de tamaño pequeño y cuyo centro es crujiente, sabroso y de color amarillo.

Muy decorativas resultan las hojas de la especie Batavia, dentro de la cual habrá ejemplares con hojas más o menos rizadas y con una gama de colores que van del marrón al rojizo.


Consejos de uso en la cocina



Su papel en la cocina ha quedado reducido tradicionalmente a la preparación de ensaladas y como guarnición en bocadillos de ingredientes vegetales. Actualmente se usa para hacer purés o salsas, en preparados que necesitan horno, e incluso en postres.

En el frigorífico irá perdiendo frescura. Por eso, una semana es la fecha límite para que no se estropee. Después de lavarla, al escurrirla es preferible envolverla con un trapo y sacudirla. Existen centrifugadores especialmente diseñados para ello.



Debemos esperar a aliñarlas en el momento previo a consumirlas para que no pierdan frescura. Las hojas rizadas saben mejor con aliños fuertes mientras que, las variedades tiernas son más ricas al paladar con aliños ligeros.


Curiosidades



Elegiremos, a la hora de comprar, aquellas lechugas más oscuras por ser mucho más nutritivas. El sol hace que los cultivos de primavera y verano contengan más nutrientes que aquellos ejemplares que salen de las cosechas del otoño y del invierno.

Las leyendas le otorgan cierto poder sedante. La realidad es que la lechuga puede calmar el nerviosismo gracias a la cantidad de Lactucarium que posee.

Autor: Facilisimo.com
Fuentes de información: Infoagro.com, Viasalus.com

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