17 febrero, 2011

YA NO ME HACE DAÑO




de Montserrat Porto Deibe, el Viernes, 14 de enero de 2011 a las 0:45

Estaba intentando pensar como resolver la situación, intentaba no poner muchas expectativas, porque la situación no era tan grave; incluso no debía pararme tanto en darle vueltas. Pero hubo un momento que mi ego pudo más y durante 10 minutos estuvo organizando, estudiando que decir y como decirlo, incluso simule un dialógo: lo que me decían, lo que contestaba......

De repente alguién abrió la puerta y dijo mi nombre, contesté: estoy aquí. En un primer momento no reconocí su voz, solo cuando lo ví, lo conocí. Era aquel chico que una vez mantuvimos una corta relación, no, más bien me utilizó para darle celos a otra... Lo saludé con educación, pero con ciertas reservas. Era lógico, pues había sido durante años la única persona que había odiado.

Hacía más de 20 años que no lo veia, por eso en un principio me costó reconocer en él, aquel chico de ojos azules del que una vez me había sentido enamorada.

Evidentemente trabajando en el hospital, tenía que mantener una actitud de respeto, puesto que era un paciente más. Me pregunto como estaba, que había sido de mi vida en estos años y que me veía como recordaba. Según iba contestando a sus preguntas me iba entrando una sensación de alivio, sin darme casi cuenta, esos sentimientos de odio y resentimiento se iban diluyendo y acabé contandole qe me había casado, que tenía una hija y que lllevaba trabajndo en el hospital más de 20 años.

Luego nos dijimos un hasta luego, nos vemos a la comida y le dediqué una sonrisa........

Cuando me dirijía a terminar lo que había empezado me dí cuenta que mi cambio interior había sido tan grande, que mi fuerza interior era tan inmensa que no necesita juzgar, ni dudar, ni cuestionar. Lo único que había hecho era darle el espacio que necesita a ese hombre. Me sonreí y pormeti contianuar con esa actitud, porque interiormente me devolvía salud.

Por cierto me había olvidado totalmente de la situación anterior.

Dos lecciones en una.

Hasta pronto

MONTSE PORTO DEIBE



No hay comentarios: